Gracias a un nuevo sistema fiscal, se fomentan las adquisiciones de fondos de comercio. Una oportunidad en un momento en que los precios siguen siendo razonables, especialmente en hoteles, restaurantes y cafeterías.
Esta es una medida concreta y muy positiva para todos los empresarios, comerciantes y miembros de las profesiones liberales. Y, sin embargo, no ha sido objeto de un tom-tom mediático.
Con el fin de promover adquisiciones y tomas de control de fondos de comercio en el contexto de la salida de la crisis vinculada a la epidemia de Covid-19, el gobierno ha decidido establecer un sistema de depreciación fiscal derogatoria.
Las empresas ahora tienen la posibilidad de deducir de su base imponible -en un período de diez años- la depreciación contable de los fondos de comercio adquiridos entre el 1 de enero de 2022 y el 31 de diciembre de 2025 (artículo 23 de la ley de finanzas de 2022). Por fondo de comercio entendemos el valor de la clientela, el rótulo, el nombre comercial, el derecho de arrendamiento y las cuotas de mercado, sin olvidar los elementos tangibles (muebles, máquinas, herramientas). Por otra parte, el fondo no comprende el local de comercio, ni las deudas vinculadas al mismo, salvo cláusula expresa en contrario.