Los gigantes estadounidenses de los hidrocarburos ExxonMobil y Chevron, en la mira de la administración Biden que los acusa de no hacer suficientes esfuerzos para limitar el aumento de los precios en la bomba, generaron ganancias récord en el segundo trimestre.
Con los precios del crudo subiendo a más de $100 a raíz de la invasión rusa de Ucrania, y jugosos márgenes de refinería, ExxonMobil ganó $17,900 millones durante el período y Chevron $11,600 millones.
Las grandes americanas no son las únicas que se aprovechan de la situación: en Europa, Shell registró un beneficio neto de 18.000 millones de dólares, TotalEnergies 5.700 millones y Eni 3.800 millones.
Un barril de oro negro cotizado en Nueva York cotizaba durante el período entre 95 y 120 dólares aproximadamente. Subiendo durante más de un año por el repunte de la demanda de empresas y consumidores, se catapultó a niveles no vistos desde 2008 en primavera con las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania.
Este aumento contribuye en gran medida a la inflación, en su punto más alto durante varias décadas en los Estados Unidos o en Europa.